El pasado lunes, 17 de febrero de 2025, la Facultad de Teología del Norte de España, en su Sede de Burgos, celebró los 1.700 años de la celebración del Concilio de Nicea por medio de una Jornada académica donde varios profesores de la Facultad concedieron ponencias acerca del evento niceno, enmarcado por la publicación de una investigación elavorada por los propios docentes sobre el Concilio, que lleva por título: Jesús, el Hijo eterno de Dios. Concilio de Nicea (325). Hecho histórico y relevancia actual.

La jornada comenzó a las 09:30h con la presentación del decano de la Facultad, Roberto Calvo Pérez, dando paso a la primera parte: Nicea en su contexto. La primera locución: Contexto doctrinal, a cargo de Carlos Izquierdo Yusta, desarrolló un amplio esquema sobre el tema principal del Concilio niceno: la identidad de Jesucristo como el Hijo de Dios, resumiendo sus partes esenciales y el problema doctrinal que en él se llevó a cabo: ¿es o no es el Hijo de igual condición sustancial que el Padre? Abordó las diferentes perspectivas y herejías que imposibilitaban una comprensión adecuada de los términos y resolvió el problema por medio de una explicación precisa deteniendose en la doctrina que la Iglesia defendió en la asamblea ecuménica. Siguió la ponencia Un ejemplo de recepción inmediata, san Atanasio, por Carlos Chana Seco, que elaboró con elocuencia una reconstrucción de la vida y los escritos de san Atanasio de Alejandría acerca del Concilio, presente en él como diácono. Ante la ausencia disculpada del profesor Juan Javier Flores, continuó por él Roberto Calvo Pérez, con la ponencia Nicea, fuente para el contenido de la liturgia.

A las 11:30h, después de interrumpir la jornada con un café y un poco de descanso, continuaron las siguientes conferencias. La segunda parte de la jornada, Actualidad de Nicea, abordó las ponencias dedicadas a la repercusión actual del Concilio. La primera de ellas, El debate actual en torno a Jesús, por el vicedecano Fernando Susaeta Montoya, delineó las vías para una adecuada comprensión del Concilio en el contexto actual. Puso de manifiesto la percepción presente en la sociedad del siglo XXI en lo referente a la identidad de Jesucristo y el papel que ocupó y ocupa en la vida social. Quizás muchos autores lo asimilan como un hombre bueno, hasta los ateos más radicales, pero es cierto que se pierde la verdadera identidad de quién es el Hijo del Dios. ¿Acaso nos limitamos a entender a Jesús de Nazaret, en la actualidad, como un gran profeta revolucionario que cambio la vida de las personas perdiendonos la verdadera fe en el Cristo, Salvador del mundo? Tras este recorrido por la sociedad actual, descubrimos de mano de Luis Javier García-LomasUna implicación filosófica, donde nos invitó a pensar acerca de la relación, a veces tan discutida, entre la filosofía y la teología. También, siguiendo a algunos autores del siglo pasado, nos animó a redescubrir con ellos una nueva manera de entender la metafísica desde el concepto de relación propio del amor trinitario. El hombre es un ser en relación, por lo tanto, esto debe estar en la base de la metafísica, y el amor como medio para que se den esas relaciones que den sentido al ser.  Después intervino el profesor moralista Juan María González Oña, que habló de las Implicaciones morales del Concilio. Recordó la necesidad de una moral cristocéntrica que en los años posteriores a Nicea pasó levemente desapercibida, y resaltó tres novedades esenciales: antropológica, gnoseológica y dinámica que se deberían recuperar. En Cristo debe converger toda la exégesis de la relaidad como causa eficiente, final y formal. Concluyó la mañana Rafael Casado, con su exposición sobre la Implicación para la catequesis actual. Es importante Nicea porque coloca al Hijo de Dios en el centro, ofreciendo un cristocentrismo que debe ser el fundamento de toda catequesis. ¿No debe llevarnos toda catequesis a un encuentro con el Cristo, Hijo de Dios vivo? En efecto, y así nos lo mostró tambien Rafael al comentar la gran ayuda de Nicea para comprender mejor el sentido que se debe dar a la catequesis. Concluyó su ponencia afirmando lo mejor que nos dejó el Coniclio: el Credo, el cual debe ser integrado y explicado en la catequesis para una mayor interiorización de los misterios de nuestra fe.

Sin embargo, la jornada no termino ahí. Por la tarde, a las 19:00h, se presentó la investigación sobre el Concilio de Nicea elaborada, como se decía antes, por varios profesores de la Facultad, participando en ella algunos de ellos. El libro, publicado en la editorial burgalesa Fonte, lleva por título: Jesús, el Hijo eterno de Dios, coordinado por los profesores Eloy Bueno de la Fuente y Fernando Susaeta Montoya. Después de la presentación del decano, Roberto Calvo, intervinieron los profesores Óscar Aparicio Ahedo, resaltando las cuatro figuras esenciales en el Concilio: el emperador Constantino, y los santos teólogos Eusebio de Cesarea, Óseo de Córdoba y Atanasio de Alejandria; enmarcándo así el contexto niceno. A continuación intervino, Eloy Bueno de la Fuente, tratando el tema doctrinal y fundamental de Nicea: el Credo y su singularidad en cuanto a la figura del Hijo. Concluyó la presentación del libro el secretario de la Facultad, Raúl Pereda Sancho, afirmando de un modo más concreto la relevancia y aplicación catequetica de Nicea en la actualidad como un camino que nos debe llevar a anclarnos en el esalabón que une la catequesis y los sacramentos, pasando de un credo particular del bautismo a una profesión de fe universal, que es ese Credo que nos gloriamos en profesar desde Nicea.

Cerró la jornada académica Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos y Gran Canciller de la Facultad, destacando la importancia del Concilio de Nicea para la vida de la Iglesia y la repercusión que tuvo como un acontecimiento donde los Obispos del momento supieron defender con valentía al verdadero Dios y verdadero hombre: Jesucristo.