El pasado 9 de mayo se presentó en el aula magna de la Facultad de Teología el libro: «La Eucaristía, el Sacramento del Reino”, del teólogo ortodoxo Alexander Schmemann, editado por Fr. Luis Javier García-Lomas (OSB), profesor de la Facultad de Teología de Burgos. El acto fue presentado por el vicedecano Fernando Susaeta, y en él intervinieron Eduardo Ayuso, director de la editorial Sígueme (que ha publicado la obra), Fr. Juan Javier Flores (OSB), profesor de la Facultad de Teología de Burgos, y el editor de la obra. Ayuso recordó el compromiso de la editorial Sígueme con la publicación de traducciones de autores señeros como Schmemann, además de subrayar la importancia de un libro sobre un misterio como la Eucaristía. Juan Javier Flores, por su parte, situó al autor, Alexander Schmemann, en su contexto histórico y teológico. Recordó el papel que tuvo Schmemann en el establecimiento de la Iglesia Ortodoxa en Estados Unidos y su papel de Rector del Seminario de san Vladimir de Nueva York durante más de 20 años. También afirmó Flores Arcas que el autor de la obra, Schmemann, trae el perfume de Oriente al lector occidental, suscitando una reflexión novedosa sobre el sacramento de la Eucaristía centrada en una visión escatológica de la misma.

Finalmente intervino el editor de la obra, Fr. Luis Javier García-Lomas, que explicó el proceso de edición y redacción del prólogo de la obra, además de destacar sus valores más importantes. Definió la obra como un “examen de conciencia” sobre el sentido de nuestras celebraciones, que invita a descubrir el significado profundo de los ritos y, sobre todo, a reflexionar sobre cuestiones tan importantes como el sacrificio, el tiempo o la memoria. Destacó que es un libro que no deja indiferente por su carácter profético, que busca avivar la conciencia de que la Eucaristía es el cielo en la Tierra y así han de vivirla quienes la celebran. Al mismo tiempo, leyó algunos pasajes de la obra para mostrar al autor como un “enamorado del Absoluto” que es consciente de la grande y trascendencia del misterio celebrado, y de la responsabilidad que implica. Al finalizar hubo un turno de preguntas en el que se plantearon, sobre todo, cuestiones relacionadas a cuáles serían los medios más adecuados para crecer en la vivencia más intensa y consciente de las celebraciones”